

En Teherán, entre el miedo y la resiliencia bajo los bombardeos israelíes
Los bombardeos israelíes en Teherán no parecen dar tregua, por lo que muchos habitantes decidieron huir de la capital iraní. Sin embargo, para otros, marcharse no es una opción.
"Escuché varias explosiones en los últimos días cerca de mi casa, en el oeste de Teherán (...) Quería salir de la ciudad, pero tengo varios gatos y no puedo abandonarlos", explica AFP Mina, una informática de 37 años.
Ya van cinco días desde que Israel lanzó una ofensiva contra sitios estratégicos de Irán, con el con el objetivo declarado de impedir que Teherán adquiera el arma nuclear. Desde entonces, la escalada no ha hecho más que agravarse y muchos barrios de la capital iraní se vaciaron.
Los bombardeos mutuos dejaron al menos 224 muertos en Irán y 24 en Israel, según los últimos balances comunicados por las autoridades de ambos países.
El lunes, Israel llamó a los habitantes de una zona del noreste de Teherán a evacuar antes de bombardear el edificio de la radio y televisión estatal iraní (IRIB), un ataque que dejó al menos tres muertos según el grupo audiovisual.
En este clima de tensión, el martes se formaron largas filas ante panaderías y estaciones de servicio, a veces de varios kilómetros, pues quienes se quedaron en Teherán tratan de abastecerse de combustible y productos de primera necesidad.
Aunque los pequeños comercios de barrio siguen abiertos, los mercados y joyerías de toda la ciudad cerraron sus puertas. También el Gran Bazar permanece cerrado.
Este martes, después del denso tráfico registrado en las últimas horas por las salidas masivas, el centro de la capital parecía más tranquilo, con algunas colas frente a las farmacias.
- Pancartas amenazantes -
En unas imágenes que circulan por internet y cuya autenticidad no pudo comprobar la AFP, se ven graves daños en zonas residenciales, con ventanas destrozadas, fachadas colapsadas y salones cubiertos de escombros.
En la plaza Tajrish, un grupo de obreros reparaba una cañería dañada durante un bombardeo y también había vecinos buscando agua.
En el centro de la ciudad, se desplegaron pancartas con lemas amenazantes: "El régimen (israelí) debe prepararse para un castigo severo", reza una de ellas, junto a las fotos de los altos mandos del ejército y de los científicos del programa nuclear iraní muertos el viernes en ataques israelíes.
Otras reproducen declaraciones del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, como: "La mano poderosa de las fuerzas armadas de la República Islámica no vacilará contra el régimen sionista".
Estos mensajes, mezclados con los titulares de medios extranjeros que informan sobre represalias iraníes, cubren el paisaje urbano, ahora en silencio.
En la plaza Vali Asr hay un gran cartel con la imagen de Sahar Emami, la presentadora de la IRIB que fue filmada en directo durante el ataque israelí del día anterior, en un video que se volvió viral.
Se la ve levantando un dedo en señal de desafío, acompañado de un verso del poeta persa Ferdowsi que elogia el coraje de las mujeres "en el campo de batalla".
La ciudad oscila entre el miedo, la resiliencia y la impotencia. Muchos parecen contener la respiración a la espera de lo que está por venir.
P.Michel--MJ