

Trump culpa a Biden de la caída inesperada del PIB de EEUU
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó este miércoles a su predecesor Joe Biden de las malas cifras del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense para el primer trimestre.
El PIB, que mide la creación de riqueza nacional, cayó en los primeros tres meses del año que abarcan el inicio del segundo mandato de Donald Trump, cuya política arancelaria provocó ondas de choque en todo el mundo y dentro de su propio país.
El PIB de la mayor economía del mundo cayó 0,3% a tasa anualizada en el primer trimestre, después de aumentar un 2,4% en los últimos tres meses de 2024, según una estimación del Departamento de Comercio estadounidense.
Los analistas esperaban un crecimiento del PIB de un 0,4%, según Briefing.com.
"La caída del PIB real en el primer trimestre es reflejo de un repunte de las importaciones, una desaceleración del gasto de los consumidores y un descenso del gasto público", señaló el Departamento de Comercio.
Las importaciones aumentaron a principios de año porque las empresas y los consumidores se apresuraron a comprar algunos bienes antes de que los precios subieran por los nuevos aranceles.
La desventaja es que las compras anticipadas significan menos gastos más adelante, lo que podría conducir a más datos negativos.
Según otro comunicado publicado el miércoles, la creación de empleo en el sector privado estadounidense se desaceleró drásticamente en abril, por debajo de las expectativas.
Por el contrario, el presidente estadounidense encuentra consuelo en las cifras de inflación.
El índice PCE oficial muestra que la inflación se desaceleró en marzo al +2,3% interanual, antes de la imposición de la mayor parte de las nuevas tarifas aduaneras.
Se debe en gran medida a la caída de los precios del gas y del petróleo, alimentada por crecientes dudas sobre la salud de la economía mundial.
- Trump pide "paciencia" -
Las cifras se publicaron en el 101º día del segundo mandato de Trump. En ese tiempo, ha anunciado varias baterías de aranceles que despertaron gran incertidumbre a nivel mundial.
En marzo anunció elevados aranceles adicionales a los productos de sus principales socios comerciales a partir de principios de abril, en un intento de renegociar sus acuerdos comerciales.
Esto sacudió los mercados financieros, con niveles de volatilidad que no se veían desde la pandemia del covid-19.
Tras la fuerte caída de los mercados en abril, Trump anunció una pausa de 90 días en el aumento de los aranceles para decenas de países, con la intención de permitir negociaciones. Para la mayoría de ellos mantuvo un piso de 10%.
También anunció medidas específicas para sectores como el acero, el aluminio o los automóviles y autopartes no fabricados en Estados Unidos.
Los nuevos aranceles estadounidenses alcanzan el 145% para varios productos chinos, y Pekín respondió con nuevos gravámenes de 125% sobre las importaciones procedentes de Estados Unidos.
Sin embargo, Trump culpó a su predecesor, el demócrata Joe Biden, de los datos negativos de este miércoles. "No asumí hasta el 20 de enero", escribió en su red Truth Social.
"Pronto comenzarán a aplicarse los aranceles, y las empresas están empezando a mudarse a EEUU en números récord. Nuestro país prosperará, pero tenemos que deshacernos del 'lastre' de Biden", añadió.
"Esto tardará un poco, no tiene nada que ver con aranceles, solo que nos dejó con malos números, pero cuando empiece el auge, será como ningún otro. ¡¡¡TENGAN PACIENCIA!!!", escribió.
Más tarde, en la reunión de su gabinete, se mostró optimista y afirmó que China, por el contrario, estaba aturdida por los aranceles que impuso, con fábricas que "cierran" en todo el país "porque la gente ya no compra sus productos".
"No quería que esto ocurriera", dijo el republicano, y añadió que "aprecia mucho" a su homólogo chino, Xi Jinping, y "espera" un acuerdo con Pekín.
La oposición demócrata considera por lo contrario que la economía estadounidense se dirige al desastre.
"Donald Trump debe reconocer su fracaso, cambiar de rumbo y despedir inmediatamente a su equipo económico", declaró el líder de la oposición en el Senado, Chuck Schumer.
El consumo de los estadounidenses, otro combustible del PIB, también está bajo escrutinio, ya que varios barómetros recientes muestran que su confianza en el futuro se ha desplomado.
J.Rossi--MJ